Estudiantes hispanos mejoran a paso lento, pero estable, en el examen ACT

foxt

IOWA CITY, Iowa — Los resultados de los estudiantes hispanos graduados de secundaria que presentaron el examen ACT reflejan un progreso lento, pero estable, en cuanto a la preparación para cursar estudios universitarios. El progreso fue más evidente en las áreas clave de matemáticas y ciencias. Así lo indica el informe de ACT College and Career Readiness 2011 dado a conocer hoy. El once por ciento (11 %) de los estudiantes hispanos graduados de secundaria que presentaron el examen ACT en 2011 logró o sobrepasó todos los indicadores de ACT de preparación para la universidad (ACT College Readiness Benchmarks). Esto sugiere que estos estudiantes están listos para lograr el éxito académico en cursos del primer año de la universidad en las materias de inglés, álgebra, ciencias sociales y biología, sin necesidad de tomar cursos para remediar las destrezas que no adquirieron en la secundaria. Por segundo año consecutivo, el 11 % de los estudiantes hispanos demuestran estar preparados para la universidad, en comparación con el 10 % que logró o sobrepasó dichos indicadores en 2009, 2008 y 2007. Los indicadores de ACT determinan la calificación (score) mínima que se necesita en cada una de las materias del examen (redacción en inglés-18; álgebra-22, estudios sociales-21; y biología-24). Dichas calificaciones indican que el estudiante tiene, ya sea un 50 % de probabilidad de lograr una calificación B o superior, o un 75 % de probabilidad de lograr una calificación C o superior en un curso introductorio de la universidad en una materia en particular. En el año académico 2011, casi el 55 % de los estudiantes hispanos presentó el examen ACT logró o sobrepasó el indicador mínimo de ACT en por lo menos una materia. En particular, los estudiantes hispanos demostraron estar mejor preparados para estudiar en la universidad en las áreas clave de matemáticas y ciencias. Por ejemplo, el 30 % logró o sobrepasó el indicador mínimo de ACT en matemáticas, (en comparación con el 27 % que lo logró en 2010 y el 26 % en 2007), mientras que el 47 % logró el indicador mínimo de ACT en inglés (en comparación con el 46 % en 2010 y el 49 % en 2007). Treinta y cinco por ciento (35 %) de los estudiantes hizo lo propio en lectura (en comparación con el 34 % que lo logró en 2010 y en 2007). Finalmente, el 15 % logró o sobrepasó el indicador mínimo de ACT en ciencias, en comparación con el 14 % que lo logró en 2010 y el 13 % en 2007. “Es alentador ver que más estudiantes hispanos demuestran que están listos para lograr el éxito académico”, dijo Jon Erickson, presidente interino de la División de Servicios de Educación de ACT. Sin embargo, los resultados del examen ACT todavía demuestran que un número alarmante de estudiantes se gradúan de la secundaria sin tener todas las destrezas académicas que necesitan para lograr el éxito posterior a la escuela secundaria. El cuarenta y cinco por ciento (45 %) de los estudiantes hispanos graduados de la escuela secundaria que presentó el examen ACT en 2011 no logró ninguno de los cuatro indicadores mínimos de ACT que miden la preparación del estudiante para cursar estudios universitarios. “Hay demasiados estudiantes que están muy lejos de estar preparados para cursar estudios universitarios”, manifestó Erickson. “Es importante que trabajemos para asegurar que estos jóvenes se gradúen de la escuela secundaria con las destrezas que necesitan para lograr el éxito en la universidad y en el mundo laboral”, añadió. Este año, aproximadamente 1.62 millones de estudiantes (el 49 % del total de estudiantes graduados de la escuela secundaria) presentaron el examen ACT en todo el país; lo que ha marcado una cifra récord por séptimo año consecutivo. Además, este grupo ha sido el más diverso, desde el punto de vista étnico, en los 52 años que se ha ofrecido el examen ACT. La proporción de estudiantes afroamericanos e hispanos/latinos que presentó dicho examen ha aumentado de 19 % en 2007 a 26 % en 2011. El aumento de los estudiantes hispanos que presentaron el examen en los pasados cinco años ha sido dramático. Más de 200,000 estudiantes hispanos graduados de la escuela secundaria (200,661) presentaron dicho examen en 2011, es decir, un 27 % más que en 2010 y más del doble que en 2007. Este aumento indica que la representación de este segmento poblacional continúa mejorando. En 2007 los estudiantes hispanos representaban solo un 7 % del total que presentó el examen ACT, es decir, un 15 % del total de los estudiantes graduados de la escuela secundaria en el país. Este año, el 12 % de los estudiantes que presentaron el examen ACT eran hispanos, quienes comprenden el 18 % de todos los estudiantes graduados de la escuela secundaria en el país. El ACT es un examen de aprovechamiento que mide el conocimiento y las destrezas académicas que el estudiante ha adquirido en la escuela. El mismo ha sido validado como crítico para lograr el éxito en la universidad. A pesar de que el apresto académico es un factor crucial que tiene un impacto en el apresto para cursar estudios universitarios y para el mundo laboral, los estudios de ACT señalan tres dimensiones que contribuyen a este factor. Ellas son: las destrezas académicas, el comportamiento académico y la planificación para la educación y el mundo laboral. (Consulte la Hoja de datos que se anexa). “Evaluar lo que los estudiantes han aprendido durante un período en particular es un elemento clave para ayudarlos a mejorar. Sin embargo, el apresto para la universidad y el mundo laboral es un asunto muy complejo”, afirmó Erickson. “Cada día hay más estudiantes en todo el país que presentan este tipo de pruebas, por lo que es importante no enfatizar demasiado en los resultados de los exámenes como la única respuesta al problema de apresto o preparación para la universidad o el mundo laboral”, añadió. Erickson aseguró que ACT está comprometido con identificar los diversos factores que garantizan el éxito. El examen ACT tiene múltiples metas y usos además de utilizarse para fines de admisión, para predecir los resultados de los estudios universitarios, consejería, y otros”. Por último, el informe de ACT señala políticas públicas y prácticas que los estados, distritos y escuelas pueden implementar para, de forma sistemática, aumentar el porcentaje de estudiantes que están preparados para estudiar en la universidad. (Consulte la Hoja de datos que se anexa) Según Erickson, los estudios de ACT demuestran que si los estados, distritos y escuelas siguieran estas recomendaciones, los estudiantes se beneficiarían. “Cuando los jóvenes se benefician, también se beneficia el país. ACT continuará trabajando para identificar las soluciones a los problemas relacionados con la preparación para la universidad y el mundo laboral en los Estados Unidos”, finalizó.